Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 91/13 La mejor metáfora para entender el modo de ser de la realidad natural no es la que lo compara con una máquina, sino la que lo compara con un organismo vivo. Esta es una de las ideas centrales que orientan las reflexiones de este libro y que constituye, según mi opinión, el núcleo de lo que aspira a ser su aportación a la ciencia. Sheldrake (1942) no quita
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