Catedrático emérito de la Universidad de Wisconsin-Madison, y uno de los fundadores del moderno hispanismo estadounidense, Stanley G. Payne (1934) ha publicado numerosos estudios sobre la Guerra Civil y el franquismo. El camino al 18 de julio tiene muchos puntos en común con su libro El colapso de la República, pero Payne se centra en esta ocasión en apenas ocho meses, desde diciembre de 1935 hasta julio de 1936, el período más polémico e intenso de toda la República.
Tras ganar el Frente Popular las elecciones de febrero de 1936 (con abundancia de irregularidades, como se destaca en este libro), se abrió un periodo con numerosos atentados terroristas, continuas manifestaciones, altercados… que el gobierno del Frente Popular no solo se negó a reprimir con vigor sino que incluso alentó, pues ahí veía el camino para alcanzar la revolución.
Analiza Payne las polémicas y sectarias decisiones que tomó el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, cuestionado en este libro por realizar una política partidista que excluyó de manera sistemática a los partidos de centro y derecha, y de la que él mismo acabó siendo víctima. La convocatoria de las elecciones generales de febrero del 36 fue, a juicio de Payne, un error, pues aceleró todavía más las ansias de revolución de los partidos de izquierdas, unidos en el Frente Popular. La persecución que hubo de los partidos de centro y de derechas y de las instituciones católicas (por ejemplo, se expropiaron numerosos colegios católicos, además de los incendios de centros religiosos y de iglesias) fue todavía más dura a partir de entonces.
De manera detallada explica la participación de los principales actores de esta tragedia. Por ejemplo, la división y variedad de los partidos revolucionarios, desde el minoritario Partido Comunista (teledirigido por la Comintern) y el POUM, hasta las poderosas centrales sindicales UGT y CNT y las diferentes caras que mostraba el Partido Socialista.
Para Payne, los políticos del Frente Popular, en su afán de avanzar hacia un estado revolucionario, despreciaron la ley y el orden, como se demostró con el secuestro y asesinato el 12 de julio del jefe de la oposición, el monárquico José Calvo Sotelo, detonante de la Guerra Civil.
El nuevo libro de Payne, interesante y documentado como los otros suyos, proporciona una detallada información sobre esos cruciales meses, buscando en todo momento una explicación racional de los orígenes de la Guerra Civil, mediante un escrupuloso y exhaustivo uso de la documentación disponible.