Debate. Madrid (2005). 384 págs. 21 €. Traducción: Fernando González Téllez.
Michael Korda, director editorial durante treinta años de Simon & Schuster, cuenta en estas memorias su trayectoria personal al hilo de la evolución de la industria del libro. Lo que ha vivido Korda es también una radiografía de lo que ha sucedido en todo Occidente, con el acelerado tránsito de un concepto de empresa artesanal al aparato de los grandes grupos de comunicación.
A diferencia de otros autores que han escrito sobre estos cambios (Andrei Schiffrin, Jason Epstein, Jorge Herralde, Mario Muchnik…), Korda acepta esta realidad sin nostalgias. Desde el importante puesto que desempeña, asiste al vaivén de los cambios empresariales que poco a poco inciden incluso en la concepción de los libros.
Editoriales como Simon & Schuster se dan cuenta de que no basta con esperar a que lleguen esos libros, sino que hay que fabricarlos, revolucionando así el concepto de «best seller». La irrupción de las estrategias de «marketing» provoca también que se estrechen las relaciones entre los autores y el público, pues ya no se escribe pensando en la posteridad sino en el éxito inmediato.
Estos cambios, que Korda describe contando su propia vida, propician que la actualidad sea el motor del mundo editorial. Se empieza primero por imitar las técnicas de elaboración de los guiones cinematográficos, donde lo que importa es acertar con lo que puede gustar, aunque esto suponga la desaparición del concepto de autoría y la intervención de un grupo de personas en la redacción del libro. Luego hay que contar con la influencia de la televisión, que modifica los gustos y transforma el concepto de fama y famoso. El peso de la actualidad lo marcan también los hechos políticos, que adquieren un singular valor literario.
Estas ideas no son teorías sino fruto de la experiencia personal del autor. Desde sus inicios, su editorial se especializó en buscar temas que conectasen con esos gustos (por ejemplo, los libros de autoayuda) y en promover a autores de «best seller» (como Harold Robbins o Irving Wallace) que sobresaliesen no por su calidad literaria sino por su facilidad para vender. Resultan muy interesantes las anécdotas que describen la amistad del autor con unos cuantos autores de éxito internacional, como Graham Greene, Tennessee Williams, Carlos Castaneda (existió y el autor tuvo bastante amistad con él), Jackie Susan… También cuando se cuenta el nacimiento de un nuevo género, las autobiografías de celebridades como Nixon, Reagan o la actriz Joan Crawford.
«Editar la vida» describe de manera realista el trabajo de editor, con sus virtudes y sus miserias, con continuas referencias a la realidad. La vida de Korda es un buen ejemplo de los cambios que se dan en el mundo editorial, donde el editor tradicional, que puede ser su caso, tiene que compartir su trabajo con un nuevo tipo de editores que son más hombres de negocios que otra cosa.
Adolfo Torrecilla