Contra los zombis, el nuevo libro del Nobel de Economía Paul Krugman, es una recopilación de artículos publicados en los últimos quince años, en su gran mayoría en The New York Times. Para adecuarse al formato y darle unidad temática, se presentan agrupados, teniendo en cuenta los problemas y retos a los que se ha enfrentado en los últimos años la política económica, entre ellos la sostenibilidad de la Seguridad Social y de la asistencia sanitaria, la última crisis financiera y sus consecuencias, la economía europea y el euro, las guerras comerciales, el aumento de la desigualdad y las dificultades para revertirlo, la viabilidad y efectos de la bajada de impuestos, las guerras comerciales y el cambio climático. También hay espacio para la reflexión sobre cuestiones de naturaleza más técnica, como el sentido del análisis económico y la ciencia que lo sustenta.
Se ha de tener en cuenta que los artículos son respuestas, sobre todo, a la coyuntura económica y política que ha vivido EE.UU. en los últimos años. Ahora bien, los problemas económicos que expone Krugman forman parte de la actualidad de otras regiones y países. De hecho, algunos artículos hacen referencia expresa al continente europeo y a la situación española.
Tanto el análisis como las propuestas que contienen los artículos dejan bien claros los planteamientos del economista Krugman, frente a los cuales sitúa lo que llama como ideas zombis, es decir, las creencias que, en materia económica, deambulan de un lado para otro “arrastrando los pies y devorando el cerebro de la gente, pese a haber sido refutadas por las pruebas”. Como ejemplo, menciona la suposición de que la subida de impuestos a las rentas altas tiene efectos económicos negativos para la economía, mientras que su bajada provoca un crecimiento “milagroso”.
Se pueden discutir algunas de las tesis que plantea, así como discrepar de sus posicionamientos, pero su crítica es tan actual que merece conocerla a fondo y reflexionar sobre ella. Mucho más ahora, cuando se debate sobre la forma de recuperar la economía tras la pandemia. Krugman apunta que, hoy día, lo económico está profundamente marcado por posturas políticas fijadas a priori y actitudes partidistas. Un vistazo a otros países permite concluir que esto no solo está sucediendo en EE.UU. Desgraciadamente, abordar de esta manera los principales problemas económicos sesga excesivamente el punto de partida. El diálogo además resulta más difícil y, por tanto, se resiente el consenso social necesario en este tipo de asuntos.