Bajo la mirada de un pensador atento, las antítesis se resuelven: es lo que ocurre con los conceptos aparentemente contradictorios como el amor y la justicia. Ciertamente, los discursos suelen oponer la lógica del sentimiento amoroso –gratuito, exuberante– a la de la justicia, que mide y encuadra para no incurrir en excesos… Pero ya nos advierte Ricoeur que pensar de una forma radical en el amor, como en la justicia, exige que nos alejemos del sentimentalismo espurio, o de la
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