A pesar de su mala salud, la joven hermana Francesca Cabrini (1850-1917) quería comenzar una congregación de ayuda a los pobres en China, pero finalmente tuvo que empezar en Nueva York por indicación de la Santa Sede. Allí le esperaba una población muy numerosa de inmigrantes italianos en situación económica y espiritual muy precaria, la mayoría de ellos apartados en barrios miserables de chabolas. La hermana Cabrini no podrá contar con el apoyo de los neoyorquinos de clase alta que repudiaban la presencia de los inmigrantes en la ciudad, pero tampoco con el del obispo, que consideraba que su misión de caridad era una empresa imposible.
La carrera de Alejandro Monteverde (Bella, Little Boy) cambió radicalmente con el estreno de Sound of Fre…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.