Al final de su vida adulta, Cassandra Austen recuerda a su hermana Jane a partir del abundante epistolario de la novelista. En esa memoria descubrirá algunos detalles de la primera juventud de la escritora que marcaron para siempre a su familia.
“Escribir esta novela me llevó unos meses, pero el proceso duró veinte años. Cuando me mudé con mi familia a la vicaría de Kintbury, me enteré de que Cassandra Austen había sido una visitante habitual de este lugar. La historia me enganchó muchísimo, y diez años después, casi como en una coincidencia, me fue encargada una biografía de Jane dirigida a jóvenes lectores. Me impactó tanto leer sus cartas y descubrir con qué profundidad quería a su hermana mayor”. Son palabras de Gill Hornby, la autora d…
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