Lobo, Piraña, Tarántula, Serpiente y Tiburón están de vuelta. Esta vez intentan redimirse y ser ciudadanos ejemplares. Pero ser aceptados por la sociedad no es tan fácil cuando tu currículum dice “exvillano profesional”. Justo cuando parece que todo va a peor, un misterioso grupo de ladronas les propone participar en un último gran golpe a escala mundial.
Tras la grata sorpresa que supuso Los tipos malos en 2022, DreamWorks lanza esta secuela con los mismos ingredientes: acción, humor y mucho estilo. Pierre Perifel repite en la dirección, ahora junto a JP Sans, y el resultado, aunque un peldaño por debajo de la primera parte, sigue siendo un entretenimiento de calidad.
El guion pierde algo de fuerza respecto al original, sobre todo porque ya no hay un arco de transformación tan potente. Pero lo compensa con un ritmo ágil, diálogos frescos y un sinfín de gags que funcionan, además de saber dar una presencia equilibrada a cada uno de los protagonistas. Eso sí, las nuevas villanas resultan algo estereotipadas. Por otro lado, los guiños cinéfilos –como llamar “macguffinita” al objeto robado– harán las delicias de los más atentos.
Visualmente, la película es un espectáculo: llena de color, con una animación que mezcla el 3D con recursos propios del manga, exagerando gestos y movimientos de forma brillante.
En resumen, una secuela divertida, frenética y visualmente deslumbrante, ideal para toda la familia… aunque los más pequeños quizá se pierdan un poco en lo intrincado de la trama.
Jaume Figa Vaello
@jaumefv