Recrear la historia al capricho de corrientes modernas se ha convertido en un discutible sello de sofisticación. Películas como María Antonieta, La favorita o María, reina de Escocia, y series del perfil de Catalina la Grande o The Great, acumulan comportamientos esperpénticos con abundantes dosis de morbo.
Ahora le toca el turno a Sissi, la desgraciada emperat ...
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