Hacía tiempo que el nuevo cine social británico no ofrecía una película que, sin dejar de estar comprometida con alguna causa noble, fuera fresca, divertida y emotiva, como lo fueron hace años Full Monty, Tocando el viento o Buscando a Eric. Ahora, ese entrañable costumbrismo se reaviva con este título, que recrea libremente la historia real de diez rudos ...
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.