En 1930, con un Reino Unido al borde de la guerra, las seis hermanas de la familia Mitford, una saga aristocrática venida a menos, viven unas existencias tan privilegiadas como contradictorias, cuyos destinos muy diferentes reflejaron y chocaron con los grandes cambios políticos y sociales del siglo XX.
Escandalosas da vida a estas hermanas adaptando la novela de The Mitford Girls, escrita por Mary S. Lovell, en seis episodios que combinan el drama histórico, la sátira social y el retrato familiar marcado por el fascismo irresponsable de dos de las hermanas y el comunismo pijo de otra de ellas. En estos compromisos ideológicos a veces había más de romance tóxico que de verdadero convencimiento político. Una gran paradoja que la serie es maestra a la hora de enseñar: las Mitford representan el nacimiento de la mujer moderna y liberada, pero más atrapada por los hombres de lo que les gustaría admitir.
Hay que hacer muchos malabares para mantener el tono ligero e irónico a medida que se narra cómo dos de las hermanas se adentran en el fascismo, pero la serie lo consigue compensando el tono juguetón con el creciente despertar de conciencia de la propia Nancy, que es la que lleva el peso narrativo.
Las escenas que ahondan en las relaciones familiares ofrecen los mejores diálogos y el guion brilla algo menos cuando deja de confiar en el espectador y se esfuerza por hacer pedagogía política. Sin embargo, el conjunto es conmovedor, las interpretaciones de las hermanas son brillantes y el retrato de época resulta tan elegante como perverso.
En definitiva, Escandalosas es una delicia estética que usa lo mejor del humor británico para contar la historia de una saga familiar que, entre fiestas y escándalos, tocó con sus manos la historia del siglo XX.