Actualización 28-03-2022:
Oscar a la mejor película internacional
A lo largo de casi tres horas, el director Ryûsuke Hamaguchi adapta una historia del célebre Haruki Murakami, que a la vez está basada en una de las obras de teatro más reconocidas y adaptadas de Antón Chéjov: Tío Vania. Hamaguchi ya había presentado hace apenas unos meses La ruleta de la fortuna y la fantasía, ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín. Drive My Car acaba de ganar el Globo de Oro a la mejor película extranjera después de recibir el premio al mejor guion y el FIPRESCI en Cannes.
Hamaguchi es un verdadero autor con una caligrafía propia, que en muchos momentos resulta apabullante, y eso no siempre le favorece. La última hora de Drive My Car es sensacional, cine que recuerda en su expresividad universal y poliédrica al de los grandes maestros. Sin embargo, la primera parte es de una insistencia y detallismo en los aspectos más turbios de los personajes que resulta excesivo (algo que también le sucedía en su película anterior). El cineasta acude a metáforas sexuales que deberían ser coherentes con la delicadeza sugerente y la creatividad de la obra de Chéjov y del resto de la película, pero prefiere optar por una crudeza que distancia y desconcierta. Lo que podría ser una obra maestra se convierte en una película fracturada y herida de una superficialidad efectista.