En una comisaría de Belfast están renovando la plantilla con jóvenes que intentan aprender de la experiencia de los más veteranos. Pero no hay manual de instrucciones, sino una adaptación al medio que pondrá en juego el idealismo y las buenas intenciones con el que entraron en la academia.
A primera vista podría parecer que esta es otra serie de policías, con sus conversaciones entre parejas antagónicas de agentes, la corrupción como mal menor para sobrevivir en medio de la jungla, y el conocimiento exhaustivo de todo el vecindario para tener controlados a los delincuentes más peligrosos. Sin embargo, Blue Lights tiene sello de identidad, con una apuesta clara por el drama personal más que por la acción trepidante y las complicaciones de la investigación policial.
Los creadores de la serie son Declan Lawn y Adam Patterson, que superan las expectativas generadas en sus trabajos anteriores (Muerte en Salisbury, Agente oculto). Sin alcanzar la excelencia de otras ficciones europeas policiales como Happy Valley o Line of Duty, Blue Lights se alinea más con series como la israelí Los policías o la sueca La delgada línea azul, ambas en Filmin. Sus grandes aciertos están en el diseño de personajes, tan atractivo como veraz e idealista, y que combina vulnerabilidad y personalidad. Todos ellos multiplican su capacidad dramática con un perfecto casting de actores con experiencia en series británicas de la BBC como Condena o Sherlock.
