El “clan gallego” de la televisión no puede quejarse de falta de trabajo. Ramón Campos y Gema R. Neira han creado en los últimos años series de tanto éxito como Gran Hotel, Velvet, Seis hermanas, Gran Reserva o Padre Casares. En todas estas ficciones hay elementos comunes: un reparto brillante, diseño de producción generoso y un guion en el que se mezclan romance, drama y misterio.
El enemigo en casa
Bajo sospecha es una ficción policiaca con secuestros y asesinatos que tienen como principales sospechosos a los familiares y compañeros de trabajo de la víctima. En la primera temporada desaparecía una niña el día de su Primera Comunión; en la segunda, la investigación gira en torno a misteriosos asesinatos de enfermeras y médicos de un mismo hospital.
La mejor noticia de la segunda temporada es que ya no está Blanca Romero. Ya en Física o Química interpretaba de manera insoportable a la profesora de filosofía, y aquí volvió a demostrar que es una actriz muy limitada, demasiado intensa en todo momento, con una tendencia excesiva a gestualizar cada unos de sus sentimientos. No le ayudaba en absoluto ser la jefa del otro policía caracterizado por uno de los guaperas del cine y la televisión española: Yon González (Gran Hotel, Perdiendo el norte).
Al intentar ofrecer algo distinto, los creadores han complicado demasiado la historia con múltiples asesinatos y tramas secundarias resueltas con diálogos inverosímiles

La primera temporada de Bajo sospecha tenía varios aciertos con respecto a las otras series de estos creadores. Aunque había giros inexplicables y acumulación de casualidades para mantener el interés de la trama, el guión estaba mejor cosido para que no se notasen tanto las trampas. Además, la serie no recurría a la zafiedad o lo escabroso del secuestro y se centraba más en la psicología de un buen número de personajes. En este sentido, el trabajo de Alicia Borrachero, Gloria Muñoz o Maria Cotiello eran más que notables.
Nuevos aires para un proyecto fallido
En esta nueva temporada hay todo un desembarco de nuevos actores en la serie: Concha Velasco, Unax Ugalde, Leticia Dolera, Luisa Martín, María Botto, Hugo Becker e Ingrid Rubio. Sin embargo, la serie, más que despegar con fuerza, aún no ha conseguido levantar el vuelo. Al intentar ofrecer algo distinto, sus creadores han complicado demasiado la historia con múltiples asesinatos y tramas secundarias resueltas con diálogos inverosímiles, y algunas escenas de acción verdaderamente cutres. Parece mentira que después de ver películas de acción tan solventes como Celda 211, Grupo 7 o El desconocido aún sigamos viendo peleas tan patéticamente coreografiadas como la que protagonizan Yon González y el policía francés infiltrado.
En la segunda temporada, la investigación gira en torno a misteriosos asesinatos de enfermeras y médicos de un mismo hospital
Mientras que la primera temporada comenzó con un 21,6% de share y 4,2 millones de espectadores, esta continuación en su primer capítulo no ha logrado más que un 17,5% y 3,2 millones de seguidores en directo. Quizás ha pesado más de lo previsto el que Antena 3 haya abusado de este tipo de series en los últimos meses. Recordemos el éxito logrado con Mar de plástico, una ficción española policiaca muy deficiente pero que logró el favor del público.
Por este motivo, Bajo sospecha ha decidido retrasar el estreno en Antena 3 de la 2ª temporada de Broadchurch, una serie británica de temática similar pero mucho más lograda.