Con la convocatoria del próximo Sínodo de los obispos, el Papa quiere ensanchar la vida de las familias antes que ahogarlas con casuísticas. Por eso está insistiendo en que el Sínodo se ocupará de muchos temas como la formación para el matrimonio, la educación de los hijos o el papel de las familias en la nueva evangelización. El reto es evitar que las informaciones periodísticas sobre el Sínodo se centren solo en polémicas, que no afectan a todas las familias.
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