Una encuesta realizada por el Search Institute, un instituto de investigación con sede en Minneapolis (Estados Unidos), revela que la mayoría de los jóvenes en el mundo comparten la convicción de que la vida tiene una dimensión espiritual. La encuesta se realizó en 17 países durante dos años, y recoge las opiniones de casi 7.000 jóvenes de 12 a 25 años.
El objetivo de la encuesta era conocer lo que piensan los jóvenes sobre la vida del espíritu. Para recabar la información, se utilizaron varias técnicas como los grupos de discusión, las entrevistas a fondo y los cuestionarios. El 75% de los encuestados se considera “espiritual”, lo que en sus propias palabras significa: “pensar que la vida tiene un sentido, creer en Dios o ser fiel a la propia conciencia”.
También se les preguntó a los jóvenes si habían tenido en su vida alguna “experiencia espiritual”. Las respuestas fueron muy variadas: el 77% declara que ha sentido una fuerza especial para superar momentos difíciles; el 76% dice que ha experimentado un sentimiento de profunda paz interior; el 49% reconoce que ha notado la presencia de Dios o escuchado su voz.
Otro tema importante de la encuesta se refiere a las conversaciones sobre temas espirituales. En términos generales, los jóvenes quieren abordar estos temas con sus padres y sus amigos, pero a veces no lo hacen por respeto o porque consideran que se trata de un asunto privado.
Las conversaciones de este tipo varían mucho según el contexto geográfico. Por ejemplo, en Australia sólo el 19% de los jóvenes encuestados dice que habla sobre el sentido de la vida por lo menos una vez al mes; en cambio, en Camerún y Tailandia, el porcentaje sube hasta el 49% y el 42%, respectivamente.
Para muchos jóvenes, la espiritualidad suele ir unida a la idea de trascendencia. Según los datos de la encuesta, el 57% cree en la existencia de un Dios personal; el 18% cree que hay una fuerza superior que rige el mundo; el 7% cree en la existencia de varios dioses; el 10% no sabe o no contesta; y sólo el 8% niega la existencia de Dios.
Entre las prácticas que los jóvenes asocian a la espiritualidad están las siguientes: rezar, meditar, leer libros de espiritualidad e implicarse en actividades de voluntariado. Los jóvenes de Australia y de Reino Unido son los menos propensos a realizar prácticas como esas, mientra que los de Camerún, Estados Unidos y la India recurren a ellas con asiduidad.
Cuando se les pregunta a los jóvenes por los que más han influido en su vida espiritual, el 44% apunta a la familia. Sólo el 14% menciona a las instituciones religiosas, y el 20% dice que no ha recibido influencias de nadie.