Una madre norteamericana radicada en Shanghái cuenta su experiencia de educar a un hijo pequeño en el sistema educativo chino: sus muchas ventajas, y también sus “peros”.
El testimonio de Chen, abogado invidente, muestra los riesgos que asumen quienes luchan por la libertad y los derechos humanos en un régimen totalitario.
Dikötter detalla la catástrofe más devastadora sufrida por China y cuantifica sus víctimas, además de sus consecuencias en la agricultura, la industria, el comercio y el entorno natural.
A la vez que aparecen algunos síntomas de inestabilidad económica, el régimen endurece el control en lo político, como señala uno de los diputados de Hong Kong descalificados por Pekín.
Con una iniciativa insólita, las Iglesias “oficiales” católica y protestante se quejan al gobierno chino por las restricciones a la libertad religiosa.
Por imperativos económicos, China puede permitir tener dos hijos a todas las parejas, aunque ahora deberá convencer a muchas familias urbanas reticentes.
En China, los chicos tienen que ir al colegio que les corresponda por su domicilio, pero muchas familias se las ingenian para conseguir plaza en los mejores centros.
El famoso poeta chino describe el aterrador sistema carcelario y las condiciones inhumanas que tuvo que soportar durante cuatro años, después de ser condenado por contrarrevolucionario.