Vincent Laresca

Tarantino recrea el Hollywood de finales de los sesenta, fiel a su estilo y a su amor por el cine.
La historia de Spider-Man, contada otra vez, con fuerza visual, derroche de imaginación y buen uso del 3D.
Una historia con el sello de Shyamalan, el productor, bien rodada pero solamente pasable.

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