Christopher Nolan cierra su trilogía sobre Batman, con una película notable pero demasiado larga, dentro de un estilo muy personal de afrontar el cine de superhéroes.
Intrigante película de espías, concebida como un cuento de hadas por el británico Joe Wright. Protagonista es una chica de 13 años entrenada por su padre para ser una máquina de matar y que a la vez muestra la fragilidad de una niña.