Gary Sievers

El final de una saga notable, innecesariamente alargado, no pasa de correcto, aunque lo salvan los actores.
Christopher Nolan cierra su trilogía sobre Batman, con una película notable pero demasiado larga, dentro de un estilo muy personal de afrontar el cine de superhéroes.
Robert Angier es un ilusionista respetado que se obsesiona con uno de los trucos de su rival Alfred Borden. Para conseguir el truco hará todo lo posible, sin saber hasta qué punto cambiará su vida...

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.