Emily Alyn Lind

La que podría haber sido una fantástica nueva entrega de la mítica saga de los 80 se queda en tierra de nadie, por un guion muy flojo.
El terror de Stephen King vuelve en una película más profunda que su predecesora y que supone como un broche de oro de “El resplandor”.
Clint Eastwood retrata al primer director de FBI en una película en la que el guión no está a la altura del mismo realizador ni de los excelentes intérpretes, Leonardo Di Caprio y Naomi Watts.
La crisis de una adolescente introduce una mezcla de temas que, pese al excelente reparto y algunos mensajes nobles, no acaba de funcionar.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.