Como las anteriores entregas de la saga, es un festival de persecuciones y peleas hiperviolentas, no apto para paladares delicados, pero también muy entretenido y a veces hasta divertido.
En la granja Hogget vive toda clase de animales. Cada animal atiene un trabajo que sabe como hacer y cada uno intenta hacerlo bien, porque sabe cual es su sitio. A la granja llega Babe, un cerdito que el granjero ha ganado en un concurso. Hogget siente que hay algo especial en Babe y decide enseñarle el oficio de perro pastor y de esta forma tan peculiar, Babe evita ser la cena de Navidad.