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Ethan Coen
Ethan Coen inicia una trilogía lésbica con un primer capítulo repetitivo y pretencioso.
George Clooney recurre al humor negro de los hermanos Coen para lanzar una mirada crítica a los años cincuenta en Estados Unidos, mezclando géneros y tramas.
Los hermanos Coen ofrecen aquí un inteligentísimo ejercicio de metacine, una hilarante historia, una sucesión de escenas brillantemente escritas… y, sobre todo, una emotiva carta de amor al séptimo arte.
Spielberg recupera el nivel de sus mejores obras con una sátira sobre la guerra fría y el espionaje que cuenta con habilidad un caso real.
Oscar al actor de reparto (Mark Rylance).
Los hermanos Coen presentan la historia de un cantautor folk que intenta alcanzar el éxito en la música mientras acumula fracasos en su vida personal.
Los Coen han logrado su película más taquillera, un western muy cuidado y nada cínico.
Los Coen vuelven al humor negro con una historia cínica parecida a muchas de Woody Allen pero sin tono aleccionador.
Los hermanos Coen vuelven a dar en el clavo con esta adaptación muy libre de la Odisea de Homero y nueva vuelta de tuerca al eterno tema del viaje del héroe.
El Nota es un hombre fracasado y en paro que un día es confundido con otra persona con su mismo nombre. Dos matones irrumpen en su apartamento y destrozan su alfombra creyendo que están ante Jeff Lebowski un millonario de Pasadena. El primer error de El Nota es visitar a su opulento tocayo con la esperanza de que le reponga su vieja alfombra. Sin embargo, nuestro reticente héroe y su compinche Water se ven atrapados en un thriller con toques humorísticos muy al estilo de los hermanos Coen donde se mezclan la extorsión, la traición, la decepción, el chantaje, el sexo y las drogas.
Esta crítica ridiculizante de una América vulgar es dura contra su mediocre materialismo, y sin embargo hilarante, afectuosa con los ridiculizados.

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