Perturbadora historia real que regala un genial duelo interpretativo entre Jessica Chastain y Eddie Redmayne, en uno de los mejores títulos recientes de Netflix.
Aunque este “thriller” resulta entretenido y suaviza el anticlericalismo de la novela de Arturo Pérez-Reverte, padece un guion nada creíble, con una visión ridícula de la Iglesia.