Dos libros desmontan algunos de los tópicos que explotan la credulidad del público contemporáneo, pero incurren en un excesivo escepticismo no exento de contradicciones.
Recurrir a Google se ha convertido en el modo más práctico de buscar información en Internet, pero por su misma hegemonía conviene prestar atención a las voces críticas.
Aunque se dice que vivimos en un mundo materialista, el supermercado de productos espirituales está más saturado que nunca. Surtido no tanto de religión, como de “espiritualidad”.
El amor y el desarrollo de la pareja constituyen uno de los principales asuntos de la vida. Alfonso Basallo y su esposa, Teresa Díez, expresan su propia idea del amor; y aunque se percibe un hilo conductor en torno a un concepto clásico de la sexualidad, la fidelidad conyugal y el sacramento del matrimonio, han optado por centrarse en la relevancia de la voluntad, lo que dota al libro de un talante demasiado estoico e incluso rígido.
A menudo se dice que la Iglesia católica ha perdido mucho peso en una sociedad española cada vez más secularizada. Encuestas y estadísticas indican que sigue teniendo una presencia no desdeñable.
Ante la próxima desaparición de la televisión hertziana en Europa, las grandes cadenas y las empresas de telecomunicaciones disponen de nuevas tecnologías de difusión: telefonía móvil, Internet de banda ancha, cable, emisión digital, satélite. Lo que falta es innovación en los contenidos.
La Educación para la Ciudadanía, que debe servir para explicar los derechos y libertades, ha provocado curiosamente que algunos pidan la censura de los manuales que no les gustan.