La “brújula” que ofrece el autor se centra en el desarrollo de las virtudes y de la capacidad contemplativa, y se aleja de lo corriente en la literatura de autoayuda.
Frente al pensar posmoderno, Gómez Pérez reivindica la dinámica entre el individuo y las instituciones, para superar tanto el individualismo como el colectivismo.
Se reedita este ensayo de 1976, en el que se hace una inteligente defensa del cristianismo y se anima a la minoría cristiana a comprometerse más con su fe.