Considerada una de las novelas japonesas más importantes del siglo XX, cuenta la relación entre el enigmático Sensei y un estudiante universitario que le toma como guía intelectual y moral.
Este relato puede interesar porque muestra la cultura japonesa en la época Meiji, las décadas finales del siglo XIX y principios del XX en las que Japón vivió un tenso proceso de occidentalización.