El sueño de Mandela en su estrecha celda de Robben Island, de una Sudáfrica democrática, libre de discriminación y con igualdad de derechos para todos, es todavía eso para muchos: un sueño.
Lo es para los estudiantes negros de la Universidad de Stellenbosch, en Ciudad del Cabo.
Según The New York Times, se quejan de que sufren abuso racial, no ya los bastonazos y los gases lacrimógenos de antaño, sino un abuso algo más sutil. En la lengua de enseñanza, por ejemplo. La instrucción en Stellen ...
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