Rigidez laicista

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Contrapunto

Uno de los dogmas más arraigados de la enseñanza llamada laica es que está prohibido hablar de religión delante de los niños. Hay que expurgar todo aquello que pueda evocar a Dios en clase. Estos escrúpulos llegan a veces hasta extremos tan curiosos como los que refleja una maestra francesa en un reportaje de L’Express: «A la hora de escoger canciones de Navidad, me cuido mucho de que no hagan ninguna alusión al belén o al nacimiento del Niño Jesús», dice.

¿A qué aludirán, entonces? Se puede elegir entre celebrar o no una fiesta. Lo que no tiene sentido es tratar de celebrar una fiesta silenciando el motivo que la originó y que justifica su permanencia. Sería como celebrar el 14 de julio sin aludir a la Revolución Francesa y a la toma de la Bastilla. Pero la beatería laica tiene una manga muy estrecha.

Ignacio Aréchaga

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