En los últimos meses, la televisión pública española no ha dejado de protagonizar polémicas y generar titulares. El curso académico terminó para RTVE con un importante incremento en los datos de audiencia, pero el nuevo empieza arrastrando críticas por algunas millonarias contrataciones, por la inflación de programas del llamado infoentretenimiento y, sobre todo, por la falta de neutralidad política de una televisión que presume de ser de todos.
Hace unos meses, José Francisco Lamata publicó El libro negro de TVE, una extensa crónica plagada de nombres, programas y escándalos, sobre la trayectoria de la televisión pública desde 1976 hasta 2024. Lamata cierra su libro parafraseando la película de Amenábar sobre Unamuno: “Una TVE consensuada …
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.