Me ha interesado el artículo, en estas páginas, de mi colega y amigo Juan Arana, que responde a una cuestión planteada en estos días sobre la presencia, mayor o menor, de intelectuales cristianos. Llevo escribiendo en Aceprensa desde hace medio siglo y el tema no podía dejarme indiferente. Ahí va mi cuarto a espadas.
El término “intelectual” no me acaba de convencer, en la medida en que parece connotar una separación respecto a la gente común, que en ninguna época ha sido muy letrada. Pero se ha utilizado, desde que apareci ...
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.