Los niños que ven mucha televisión sacan peores notas

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El último número de la revista «Archives of Pediatric and Adolescent Medicine» (julio de 2005) incluye tres estudios que relacionan el uso de la televisión con las calificaciones escolares: en todos los casos, los niños que más televisión ven, sacan peores notas. Por el contrario, los niños que tienen ordenador en casa obtienen, al menos en algunos casos, mejores calificaciones.

El primero de los estudios, realizado por las universidades de Stanford y Johns Hopkins, comparó niños que tenían televisión en su cuarto con quienes no la tenían. Todos ellos veían la misma cantidad de televisión, pero los que tenían televisor en su cuarto sacaban notas «notablemente peores». En este mismo estudio se comparó también a los niños que tenían ordenador en casa con los que no lo tenían, y el primer grupo sacaba notas «notablemente mejores».

El segundo estudio, de la Universidad de Washington, mostró que los niños que empiezan a ver televisión antes de cumplir tres años, al llegar a los seis presentan, en proporción superior a la media, dificultades para aprender a leer y otros problemas de aprendizaje.

El tercer estudio, realizado en Nueva Zelanda con más de mil niños a lo largo de casi 30 años, muestra que quienes más televisión vieron cuando tenían entre 5 y 15 años, forman el grupo con menos graduados universitarios al llegar a los 26. Por término medio, quienes llegaron a obtener un título universitario veían algo menos de dos horas de televisión por las tardes entre semana; los que hicieron estudios de grado medio, 2,3 horas; los que solo terminaron estudios elementales, 2,5; y los que no obtuvieron ninguna graduación, 2,8 horas.

La Academia de Pediatría de EE.UU. aconseja que los niños menores de dos años no vean televisión en absoluto, y que el resto de niños no vea más de una o dos horas «de programas de calidad» al día. Sin embargo, estudios recientes de la Kaiser Family Foundation muestran que, por término medio, los chicos norteamericanos de 8 a 18 años, ven tres horas de televisión al día, y los niños menores de 6 años, una media de una hora al día.

Dina Borzekowski, coautora del estudio de Stanford-Johns Hopkins, declaró a «Los Angeles Times» (5-07-2005) que «los niños viven en un mundo saturado de medios de comunicación y pretendemos saber qué consecuencias tiene eso en ellos». La revista de pediatría que publicó los resultados criticó no obstante a los tres estudios porque se limitaban a cuantificar tiempo y no analizaban el contenido de los programas de televisión vistos por los niños. Una de las editorialistas, Deborah Linebarger, apuntaba que otras investigaciones muestran que los programas educativos de calidad ayudan a los niños a aprender, y que el objetivo de estos estudios no debe ser demonizar la televisión, sino ayudar a los padres a utilizarla como instrumento educativo: «El contenido es mejor indicador de resultados que el simple hecho de mirar».

Santiago Mata

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