El fútbol satura las televisiones

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Una queja contra la saturación de fútbol en la televisión no sería extraña por parte de una asociación de telespectadores. Pero si viene del secretario general de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), es más significativa. Michel Zen-Ruffinen advirtió el pasado 29 de septiembre que el excesivo número de retransmisiones perjudica al deporte. Para airear su aviso eligió el foro quizá más apropiado: Sportel, el congreso internacional de programas deportivos, que este año se ha celebrado en Mónaco (cfr. Le Monde, 2-X-99).

La protesta del secretario general se dirige en primer lugar contra la Liga de Campeones, la nueva competición ideada por la Federación europea (UEFA). Esta fórmula ha permitido aumentar el número de equipos participantes y de partidos. Si a la Liga de Campeones, que se disputa los martes y los miércoles, se añaden las Ligas nacionales los fines de semana, las eliminatorias de la Copa de cada país y, un año sí y otro no, los encuentros para la clasificación en los campeonatos continentales o mundiales de selecciones, se comprende que el menú televisivo de fútbol sea atiborrante.

Según Zen-Ruffinen, la salud de los jugadores -y de los telespectadores, añaden otros- exige «luchar contra la saturación». Y en Mónaco anunció que la FIFA estudia fórmulas para «introducir periodos de ayuno futbolístico», mediante una reforma de los calendarios de competiciones internacionales.

Algunos no creen que la Liga de Campeones sea «un fiasco», como dijo Zen-Ruffinen, y ven detrás de su intervención el interés de la FIFA por arrebatar a la UEFA el control del fútbol internacional europeo. Pues este control daría a la FIFA el de los derechos de antena.

Sin embargo, hay algunos síntomas de que la abundancia de fútbol empieza a cansar al público, cosa que también afirmó Zen-Ruffinen. A menos que jueguen los grandes equipos, las audiencias de las retransmisiones han bajado. En España e Italia, dos de los países con más fútbol en televisión, los estadios no se llenan. Así, la asistencia de espectadores a los estadios españoles descendió un 10% de 1997 a 1999.

La inflación de partidos parece deberse a una inflación de precios, provocada en gran parte por la televisión. Los derechos de antena por las competiciones europeas se han multiplicado por cinco desde 1992. Similar tendencia registran los derechos por los campeonatos nacionales. El más caro es el español, por el que las cadenas pagan 265 millones de euros. Pero los derechos no son mucho menores en otros países, como Italia (244 millones de euros), Inglaterra (236 millones) o Alemania (228 millones).

La subida se debe sobre todo a las nuevas cadenas privadas de pago, que utilizan el fútbol como cebo para conseguir abonados, según Jean-Bernard Munch, secretario general de la Unión Europea de Radiotelevisión (UER), asociación de los operadores públicos. Munch advirtió que las cadenas públicas, obligadas a pagar «sumas delirantes» por los grandes acontecimientos futbolísticos, no podrán mantener esta puja.

Otra consecuencia de la carrera por los derechos de antena es el encarecimiento de la publicidad, aspecto sobre el que llamó la atención el director de marketing de France Télévision Publicité. «Es cada vez más difícil -dijo- llenar los espacios publicitarios en los partidos más importantes, porque la tarifa resulta demasiado cara».

Las promesas de astronómicos derechos televisivos, que llevan a multiplicar las competiciones, conducen también a una inflación de los fichajes, que pone en peligro las finanzas de los clubes. Por ejemplo, en una sola temporada (1998-99), la masa salarial de los clubes franceses subió un 27%. Hay que preguntarse hasta cuándo podrán los equipos sostener presupuestos enormes como los del Manchester United (134 millones de euros), el Bayern de Múnich (85 millones) o el F.C. Barcelona (76 millones). En palabras de Jean-François Bourg, investigador en derecho y economía del deporte, «en el fútbol profesional, la economía de mercado opera según las reglas más demenciales y más salvajes» (Le Monde, 2-III-99).

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