En Estados Unidos, un tribunal federal de apelaciones ha dictado por unanimidad una sentencia que abre la puerta a la expansión de las grandes cadenas de TV. El fallo afecta a dos regulaciones que limitaban la concentración de la propiedad. Por una parte, anula la prohibición de que una empresa posea una compañía de cable y una emisora de TV terrestre en la misma zona. Por otra, los jueces ordenan que se revise la norma que impide a las cadenas controlar más del 35% del mercado nacional.
AOL Time Warner, que puso la demanda, se ha declarado muy satisfecha con la sentencia. Según su abogado, «hace tiempo que la norma se había convertido en un anacronismo que no servía al interés del público».
AOL, la segunda compañía de cable del país, con 12,8 millones de abonados, será una de las más beneficiadas. Su presencia en los principales mercados de TV por cable le impedía expandir su negocio en la TV terrestre. También otros grupos de telecomunicaciones, como News Corp. (propietario de la cadena Fox), General Electric (NBC) o Viacom (CBS), están contentos con la decisión de los jueces.
La Comisión Federal de Comunicaciones, organismo regulador del mercado de telecomunicaciones, decidirá qué nuevo tanto por ciento máximo del mercado nacional podrá controlar una empresa. Si, como se espera, establece un límite superior al 35% de los hogares con televisor, o incluso lo suprime, empezará una ola de fusiones y compras por parte de las grandes compañías. Saldrán perjudicados los pequeños propietarios de emisoras o sistemas de cable, salvo que quieran vender. Las limitaciones actuales les permitían distribuir los programas de las cadenas a cambio de la publicidad generada con un coste proporcionalmente bajo. Si ya no van a ser tan necesarios para las cadenas, su rentabilidad quedará mermada.