Cuando en 1978 nació Louise Brown, la primera niña concebida por fecundación in vitro, la razón de esta técnica era que las parejas infértiles pudieran tener un hijo. Después la fecundación in vitro se ha ido aplicando a nuevos supuestos, para satisfacer demandas del cliente y utilizar embriones con fines de investigación.
En este artículo publicado con motivo de los 25 años del primer “bebé probeta”, José Miguel Serrano Ruiz-Calderón hacía balance de cómo ha influido en el Derecho de familia y en el estatuto del embrión. La fecundación artificial o la justificación ética del interés (16-07-2003).
La Iglesia católica ha seguido manteniendo las objeciones a la fecundación in vitro, expuestas de forma actualizada en la Instrucción Dignitas Personae de (12-12-2008).
Los logros de Robert Edwards han dado lugar a un amplio negocio de las tecnologías reproductivas, tema tratado en el libro de Debora L. Spar, Baby Business (M. A. Burguera, 18-04-2007).