Ante el debate sobre el fin de la vida en Francia, reabierto tan solo dos años después de que una ley lo regulara con detalle, los obispos del país subrayan en una declaración que lo urgente no es la eutanasia, sino el desarrollo de los cuidados paliativos para que sean accesibles a todos. La sociedad francesa es consciente de la diferencia entre avances técnicos y progreso ético en relación con la vida humana. Por eso, ante la revisión de la
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