Julien es un profesor de francés justo y apasionado por la enseñanza que desea ser ese inolvidable profesor que todo alumno atesora en su memoria. Sin embargo, todo se tuerce cuando una alumna, Leslie, le denuncia por acoso sexual injustificadamente. Esto amenazará la vida de Julien, personal y profesionalmente.
El cineasta Teddy Lussi-Modeste (Jeanne du Barry, El precio del éxito) relata el caos en el que se ve envuelto Julien, que presenciará cómo el lugar más cálido para él se convertirá, progresivamente, en el hogar de todas sus pesadillas. François Civil (Corazones rotos, Los tres mosqueteros: Milady) permite con su ajustada interpretación que el espectador se involucre libremente en la historia, ahondando en una situación moral y legal tan delicada.
La premisa inicial de la película genera la inquietud necesaria para que la historia sea capaz de recorrer un itinerario dramático muy complejo. Se trata de un film de corte social que aborda una densa crítica al bullying, el racismo, el maltrato doméstico y la homofobia.
A pesar de todo este ambicioso panorama narrativo y una notable intensidad dramática en la trama, la película no llega a concluir con la profundidad y matices de otros títulos de temáticas tangenciales como la producción danesa La caza (2013) de Thomas Vinterberg, o la alemana Sala de profesores (2023) de Ilker Çatak.