Carl Morck inaugura un nuevo departamento policial dedicado a la investigación de crímenes sin resolver, después de un suceso traumático ocurrido en Edimburgo. El primer caso es el de una mujer desaparecida hace varios años cuando viajaba en barco con su hermano.
El danés Justin Adler-Olsen (Copenhague, 1950) es uno de los grandes autores nórdicos de novela negra, con diez títulos dedicados al Departamento Q entre 2007 y 2022. Hasta ahora, cinco de esas novelas habían sido llevadas al cine en Dinamarca, en producciones exportadas a todo el mundo, pero con una cierta rutina y gelidez formal en las adaptaciones.
Con Dept Q. el norteamericano Scott Frank (Gambito de dama, Godless) se recupera de las malas críticas que recibió con su última serie en 2024: Monsieur Spade, una recuperación muy plana en su estilización del personaje protagonista de El halcón maltés. Aparte de la atmosférica y cuidadísima puesta en escena, el acierto de este nuevo trabajo para Netflix es la conversión en británica de una trama y unos personajes marcadamente nórdicos. Buena parte de este mérito está en el guion de la serie y en la interpretación de Mathew Goode, que construye un detective sarcástico y herido, pero con un humanismo y una ironía que terminan generando una empatía peculiar. La relación con su hijastro es muy auténtica y divertida, con algunos diálogos sensacionales de dos personajes unidos a la fuerza por una soledad compartida.
La trama de la novela es compleja, pero se explica con la suficiente claridad, aunque en ocasiones es innecesariamente detallista en la violencia y zafiedad de las situaciones. Sin embargo, esta crudeza es aliviada con una esperanza notable en la bondad humana de personajes maltratados por la vida. El mundo es un lugar muy peligroso y cruel según las novelas de Adler-Olsen, pero según la serie también es un hogar donde poder recuperarse de los golpes más atroces. No es casual el final de la serie y la canción de Radical Face que cierra el capítulo, titulada Welcome Home, Son. Un desenlace brillante y cálido para una de las mejores series del año.