Cuatro amigos multimillonarios, magnates tecnológicos, se reúnen para celebrar su juego anual de póker en una mansión de Utah. Una tradición a la que esta vez se le introducirá una novedad: mientras ellos disfrutan de su escapada de fin de semana, el mundo entero se sumerge en un caos social y político sin precedentes. Todo por cortesía de Venis, el más rico del cuarteto y creador de la red social Traam, a la que equipó prematuramente con un software poco desarrollado que permitía a sus usuarios crear deep-fakes no falsificables.
Tras fascinar a la crítica con Succession, Jesse Armstrong decide poner la lupa en la nueva élite que parece acumular gran parte del poder mundial: los “tech-bros” de Silicon Valley. La acción transcurre principalmente en la mansión recluida, una monstruosidad modernista hecha de cristal y acero. Al mejor estilo de Armstrong, el ritmo se apoya en la fluidez de los diálogos, que revelan la falta de carácter de los magnates. El lenguaje carente de sentido, creado a partir de expresiones de podcast, perfila la arrogancia de unos personajes que, lejos de sentir culpa por lo que sucede afuera, están convencidos de que son ellos los mejores equipados para conducir al mundo en esta crisis.
El guion es entretenido, aunque con pocos matices y profundidad, y no termina de separarse lo suficiente de la realidad que intenta representar. Tampoco logra revelar algo nuevo sobre ella. Los protagonistas no solo recuerdan a sus análogos de la vida real –Mark Zukerberg, Elon Musk, Sam Altman, Peter Thiel…– sino que además personifican las diferentes tendencias e ideas que alimentan al mundo tecno-capitalista del valle.
No es casualidad que la película se haya estrenado el mismo fin de semana en el que Elon Musk anunciara que dejaba su cargo en el Gobierno de Estados Unidos. El proyecto se desarrolló en un tiempo récord. Armstrong propuso la idea en diciembre de 2024, y fue escribiendo el guion mientras buscaba localizaciones para grabar. Mountainhead es una película para este momento histórico concreto, una que igual no se entendería hace 3 años, y que tal vez no tenga relevancia dentro de tres meses.