Basada en un espectacular robo ocurrido en Estocolmo en 2009, esta miniserie desarrolla la acción en dos líneas narrativas paralelas: la planificación y ejecución del atraco, y la labor de los investigadores. Aunque el desenlace es conocido, la tensión se mantiene gracias a una dirección ágil y un ritmo narrativo que alterna entre una acción trepidante y el drama personal.
El guion muestra la evolución de los personajes, especialmente de Rami, interpretado con gran riqueza de matices por Ardalan Esmaili, quien intenta dejar atrás el mundo del crimen para formar una familia, y de su amigo de la infancia, Michel. El argumento paralelo se centra en la detective Leonie Hamsik, decidida a impedir el atraco. Sin embargo, en ocasiones, la descripción de la vida de los personajes se vuelve algo prolija, lo que afecta al ritmo de la narración.
El realismo es uno de los puntos fuertes de Asalto en helicóptero, ya que evita las exageraciones típicas del género y opta por una recreación cruda y auténtica del crimen. Las escenas del atraco están filmadas con un estilo casi documental, utilizando cámaras en mano y una banda sonora minimalista que intensifica la sensación de inmersión. En lugar de recurrir a grandes efectos visuales, la serie construye su tensión a partir de pequeños imprevistos y los nervios de los protagonistas, logrando así una atmósfera intensa y creíble.