Quique es un joven idealista que sueña con llevar el progreso social y cultural a la España vacía. Un proyecto profesional le llevará a un pueblo de Teruel que no recibe con especial entusiasmo sus intenciones.
A partir del libro del escritor y periodista Daniel Gascón (recientemente entrevistado en Aceprensa), se construye esta historia de marcado tono satírico sobre la cultura woke y su choque con la tradición rural de un pequeño pueblo aragonés. El ingenioso guionista Daniel Castro (Ilusión, El mejor verano de mi vida) hace una adaptación en la que incluye algunos giros de su cosecha para perfilar una galería muy variada de personajes. Lalo Tenorio (El fin de la comedia) sorprende en su primera película con una interpretación que transmite encanto y naturalidad, al igual que el trabajo de Berta Vázquez (Las leyes de la termodinámica) o secundarios veteranos como Miguel Rellán y Tito Valverde.
Macarena García, Paco León y Manuel Manquiña, tres actores formidables, padecen personajes que entran a fondo en los maniqueísmos habituales del director Emilio Martínez-Lázaro (Ocho apellidos vascos, El otro lado de la cama). Esas mismas superficialidad y simpleza deterioran una película con giros sensacionales y un discurso de fondo muy atractivo sobre aprender a escuchar a los demás y evitar los prejuicios ideológicos.
