Noruega definitivamente ha tomado el relevo de Suecia y Dinamarca al convertirse en uno de los países más importantes en la exportación internacional de series, con ficciones con tanto eco como Nobel, Occupied o 22 de julio. Atlantic Crossing narra el comienzo de la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista de Marta de Noruega, esposa del príncipe heredero Olav, y sus intentos por ayudar a su país desde su exilio en Estados Unidos, procurando el apoyo del presidente Franklin Roosevelt.
El creador de la serie es Alexander Eik, hasta ahora un director poco destacable por las adaptaciones al cine de las novelas policiacas del también noruego Gunnar Staalesen. El cambio de registro es considerable y meritorio. Aunque el exceso de vida monárquica acomodada en el exilio en los dos primeros capítulos resulta muy poco atractivo, el guion gana en cercanía al mostrar la vulnerabilidad de Roosevelt y explicar su miedo atávico a entrar en la guerra, a la vez que muestra a una princesa cercana y sensible al aislamiento de su pueblo. Cuando además la serie toca y encarna la guerra en algunas de sus víctimas, el dramatismo resulta contenido, pero sutilmente eficaz.
El presupuesto generoso de la serie se muestra en las cuidadas localizaciones y en el diseño de interiores y vestuario, que enmarcan perfectamente el momento histórico. El reparto cuenta con algunos de los mejores actores noruegos de series, como Sofía Helin (El puente), Tobias Santelmann (Bienvenidos a Utemark) o Søren Pilmark (Operación Telemark), que realizan interpretaciones muy medidas entre la contención nórdica y la emoción que desprende el relato. Por otra parte, el prolífico actor norteamericano Kyle MacLachlan es una elección muy acertada para dar vida a un Roosevelt marcado por la parálisis y los demonios internos.
La serie sorprende al contar una historia muy poco conocida de una guerra mil veces contada desde el punto de vista norteamericano. El enfoque noruego es muy complementario y necesario para entender la compleja situación de los países que se habían declarado neutrales en el conflicto mundial. Curiosamente, esta serie llega en un momento imprevisto: la invasión de Ucrania vuelve a poner en alerta al resto del mundo, y recuerda la importancia de las alianzas y la contención de líderes expansionistas.
