Si a una época de crisis como la que se desarrolla durante la segunda mitad del siglo XIX, se le suma un genio atormentado y una personalidad en cualquier caso patológica, el resultado sería posiblemente August Strindberg (1849-1912), escritor sueco de fama mundial, que junto a Ibsen es considerado precursor del teatro moderno.
El libro editado por Nórdica reúne uno de sus dramas personalmente más valorados, Comedia onírica, y una pieza teatral ambientada en la vida de Strindberg, La noche de las tríbadas, escrita por Per Olov Enquist, uno de los artistas e intelectuales más importantes del panorama sueco en las últimas décadas. El teatro -y la vida- de Strindberg están cargados de contradicciones, de problemas familiares, de paranoias, críticas y de una visión existencialista de la vida. En su prolífica y aplaudida obra desarrolla una crítica feroz de la institución familiar tal y como la percibía en la sociedad burguesa de su tiempo. Él mismo fue hijo de un matrimonio entre un comerciante y su criada, y protagonizó tres matrimonios lastrados desde el principio por su carácter misógino y paranoico que acabaron desastrosamente.
La noche de las tríbadas, cuyos protagonistas son Strindberg y su primera mujer, se desarrolla durante el ensayo de una de sus obras, y refleja la personalidad destructiva del dramaturgo en una suerte de juego metaliterario que habla de la influencia de las pasiones en el genio creativo. La arquitectura dramática es excelente y también el desarrollo de los personajes y sus relaciones, aunque se puede suponer que el cuadro que se pinta no es un dechado de moral.
Agustín Alonso-Gutiérrez