“En los confines helados de Islandia, donde la vida es una frágil aventura, la palabra es un arma contra la soledad y la muerte”. Es la primera frase de la faja comercial, que envuelve el libro. En este caso, una buena síntesis del ambiente de esta excelente novela. Una historia que transcurre entre el sueño y la realidad, en una naturaleza salvaje y un ambiente melancólico.
Dos hombres –un rudo cartero y un muchacho culto y sensible– avanzan por la costa de Islandia en lucha contra el viento y la nieve. Su objetivo, entregar el correo en un remoto fiordo. Se suceden jornadas agotadoras, y momentos de descanso en hogares de los lugareños. El silencio y la palabra se alternan, en torno a los grandes temas del ser humano.
Jón Kalman Stefánsson (Reikiavik, 1963) es poeta, novelista y traductor. Su anterior novela, Entre cielo y tierra (2011), se ha traducido a quince idiomas. Esta nueva entrega es un texto de gran belleza, con una prosa elegante y sugestivas metáforas. Su estilo es un peculiar “realismo mágico”, con un ritmo narrativo, musical, que ha sido comparado con el de Javier Marías; las sombras de Faulkner y Rulfo también asoman a veces por sus páginas.
El autor parece rastrear ese “algo más” que da a la vida humana su relieve, y las referencias a los ángeles, a Dios y al diablo son abundantes. Si bien un trasfondo de culpa original ensombrece, quizá en exceso, a los hombres y a la naturaleza; incluso –como se ve en el título– salpica a los ángeles.