La influencia de la Iglesia católica en Filipinas tiene distintas lecturas en la prensa internacional, según los temas y los momentos. Si los obispos apoyan la rebelión contra un dictador, como ocurrió en la época del presidente Marcos, o critican a un hombre de mano dura, como el actual presidente Rodrigo Duterte, su intervención es alabada. Pero si se oponen con sus enseñanzas a las presiones occidentales para implantar el control de natalidad, legalizar el aborto o reconocer el matrimonio gay, entonces su intervención es tachada de abusiva y retrógrada, contraria a la libertad de los fieles, que deben decidir por sí mismos lo que les conviene.
Los que así lo piensan deberían ver un signo pos ...
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