La última revisión de la ONU sobre el ritmo de crecimiento demográfico confirma que sus estimaciones apuntan normalmente cifras que están por encima de las que luego se cumplen. En 1992, estimaba que la tasa de crecimiento de población -la diferencia entre natalidad y mortalidad- sería de 1,68% para el lustro 1990-95. Pero con los datos revisados que publica Population Today (noviembre 1994), el porcentaje es 1,57%. Es la tasa de crecimiento más pequeña desde la segunda guerra mundial. Y no sería extraño que, el próximo año, cuando se cumpla el fin del lustro, haya que rebajarla de nuevo.
La tasa de crecimiento de población viene descendiendo desde mediados de los años 60. Concretamente, en 1968 era de 2,11% y la disminución más rápida -se dividen las décadas completas en lustros-se produjo entre 1975 y 1980 (ver servicio50/94).
La revisión actual de la ONU refleja el comienzo de un periodo de descenso de la fertilidad en bastantes países del África subsahariana, Asia y Oriente Medio, después de décadas de una estable y alta fertilidad. Una de las razones del descenso es que en casi todos esos países las mujeres tienden a casarse más tarde.
