En EE.UU. el porcentaje de mujeres sin hijos se ha duplicado en una sola generación. Pero la tasa de fecundidad está muy por encima de la europea, aunque ni tan siquiera haya por ley permisos de maternidad pagados.

En Estados Unidos, a la vez que aumenta el número de mujeres que llegan a los 40 años sin tener hijos, algunas empresas pequeñas empiezan a ofrecer permisos pagados por maternidad -sin estar obligadas a hacerlo- para que sus empleadas puedan criar a sus hijos sin perder los ingresos. Esta fórmula permite a las empresas retener el talento femenino.Según el Pew Research Center, casi una de cada cinco mujeres estadounidenses de 40-44 años no tiene hijos; un porcentaje que duplica el que se daba en los años setenta, cuando sólo una de cada diez mujeres pasaba la edad fértil sin tener hijos.En un comentario al estudio del Pew Research Center, Carolyn Moynihan abunda un poco más en la influencia que ha tenido este último factor. “La cultura anticonceptiva en la que se criaron las que ahora tienen 40 años -escribe en su blog en MercatorNet- consolida la idea de que una puede esperar a tener hijos hasta que llegue el momento perfecto; y, para cada vez más mujeres, ese momento no llega nunca, o llega tarde”.Una novedad: Permisos por maternidad, pagadosEn un artículo publicado en el Wall Street Journal (6-07-2010), Sarah E. Needleman se hace eco de otra tendencia que puede contribuir a compensar en parte el aumento de mujeres sin hijos. Pese a no estar obligadas a hacerlo, varias empresas estadounidenses están concediendo permisos pagados de maternidad a sus empleadas.Estados Unidos siempre ha sido uno de los países desarrollados menos generosos en los permisos por maternidad (cfr. Aceprensa, 25-02-1998). La Family and Medical Leave Act, de 1993, permite a los trabajadores de empresas de más de 50 empleados tener hasta doce semanas de permiso para ocuparse de un recién nacido o de otros familiares. Pero los permisos no se pagan. En comparación, en España el permiso es de 16 semanas remuneradas.Aunque Bill Clinton intentó cambiar este sistema (cfr. Aceprensa, 15-12-1999), actualmente la remuneración del permiso por el nacimiento de un hijo depende del estado donde uno vive. En 2002, California dio un paso importante al establecer el derecho a ciertas prestaciones pagadas para embarazos difíciles. Después le siguieron otros estados como Hawai, New Jersey, Nueva York o Rhode Island. En la mayoría de los estados, las mujeres que desean criar a sus hijos tienen que arreglárselas combinando todo tipo de permisos: bajas de incapacidad temporal; bajas por enfermedad; tiempo de vacaciones o días de asuntos propios; períodos de baja laboral sin sueldo, etc.A esta falta de protección de la maternidad en el ámbito laboral hay que añadir los efectos de la crisis económica. Según una encuesta realizada por la Society for Human Resource Management, sólo un 12% de los empresarios estadounidenses con menos de 100 empleados ofrecen permisos pagados por maternidad. Pero se estima que en los próximos 12 meses, un 7% de las empresas de todos los tamaños que concedían esos beneficios los van a reducir o a eliminar.Retener el talentoNo obstante, algunas empresas pequeñas -con menos de 50 empleados- han decidido emprender el camino contrario: aunque ningún estado les obliga a pagar los permisos por maternidad, han decidido hacerlo porque les sale rentable. Así lo explica al Wall Street Journal Domenick Cilea, fundador de Springboard Public Relations: “Mi objetivo es retener a las empleadas valiosas. Y como las circunstancias vitales de las personas son cambiantes, quiero que tengan estabilidad en su trabajo y en su sueldo”. Las que tengan un hijo podrán disfrutar de cuatro semanas pagadas. Cilea ha puesto en marcha su política en plena crisis. De momento, explica Cilea, los varones de su empresa no parecen dispuestos a tomarse el permiso por paternidad. Pero, por él, no hay inconveniente en que lo hagan. Jason Averbook, director ejecutivo de Knowledge Infusion -una empresa de recursos humanos con sede en Minneapolis- también considera que el saldo de los permisos pagados por maternidad es positivo. Aunque al principio supone un gasto importante para una empresa pequeña, a largo plazo es un incentivo para atraer y retener a gente con talento. Por su parte, David Ulevitch -fundador de OpenDNS, una empresa de servicios de seguridad en Internet- cree que la remuneración de los permisos por maternidad es una cuestión de justicia: “Es importante que los padres pasen tiempo con sus hijos recién nacidos. No sería justo que mirásemos para otro lado cuando nuestros empleados tienen necesidades familiares”. Y, sin embargo, más fecundasEstados Unidos es una caja de sorpresas. Llama la atención que un país con permisos por maternidad tan poco generosos, tenga una fecundidad (2,05 hijos por mujer) más alta que la media de los países de la OCDE (1,65). ¿A qué se deben estas diferencias?La fecundidad en Estados Unidos ha ido subiendo poco a poco desde 2003 (2,07 hijos por mujer) hasta llegar al umbral de reemplazo en 2008 (2,1). Pero al año siguiente dio un retroceso (2,05), que el Pew Research Center relaciona en un estudio reciente con la crisis económica.Algunos expertos han atribuido la superior fecundidad de Estados Unidos con respecto a Europa a los inmigrantes. Pero esta hipótesis no convence. Los últimos estudios reflejan más bien que la mayor fecundidad se debe a las mujeres nativas, que siguen teniendo, por término medio, un número significativamente mayor de hijos que las mujeres de otros países desarrollados y además más pronto. (cfr. Aceprensa, 5-07-2006).Hoy por hoy, parece que la explicación más persuasiva es la que apunta a las facilidades que encuentran las mujeres estadounidenses para relanzar su carrera tras un paréntesis familiar. Ciertamente, los permisos por maternidad son raquíticos en comparación con los de Europa. Pero, a cambio, tienen más facilidades para volver a encontrar empleo y por eso temen menos perderlo. No obstante, habrá que ver ahora cómo afecta el aumento del paro tras la crisis.Otros expertos, como el demógrafo norteamericano Nicholas Eberstadt, conceden mucha importancia al peso que tienen en la fecundidad estadounidense una serie de factores difíciles de cuantificar con estadísticas: mayor optimismo, mayor patriotismo y valores religiosos más firmes (cfr. Aceprensa, 5-07-2006).

EE.UU.: natalidad más alta que en Europa, aun sin permiso pagado por maternidad

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