Cuando a finales de 2010 el gobierno cubano publicó una lista de 178 profesiones u oficios que las personas podrían ejercer por su cuenta, uno de los primeros interrogantes fue si se darían créditos bancarios a la pequeña empresa. Ejercer como zapatero o como “cuidador de baños públicos” no necesitaba la concesión de un capital inicial, pero sí lo demandaban aquellas ocupaciones de mayor calado, como la apertura de un restaurante o de pequeños hostales. Poco más de un año
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