La semana laboral de 35 horas, en entredicho

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El parlamento alemán aprobó el 9 de julio el recorte de las prestaciones por paro, uno de los puntos de la «Agenda 2010» del canciller Schröder, para hacer más competitiva la economía del país reduciendo los costes laborales. Pero en Alemania se están produciendo otras reformas laborales sin intervención del gobierno, entre ellas la prolongación de la semana de trabajo, cosa que también se empieza a plantear en Francia.

A fines de junio, Siemens llegó a un acuerdo con el poderoso sindicato IG Metall para prolongar la semana laboral de 35 a 40 horas en su fábrica de Bocholt (Alemania) sin subir los sueldos, y también se recortaron las pagas extraordinarias de verano y Navidad. Klaus Zimmermann, presidente del Instituto de Investigación Económica de Berlín resumía en International Herald Tribune (8-VII-2004) su opinión sobre los efectos de los recortes al horario de trabajo en los últimos años: «Hemos creado una sociedad de ocio, mientras que los norteamericanos han creado una sociedad de trabajo».

Después de treinta años de recortes, los europeos trabajan como media 10 horas menos por semana que los norteamericanos, y los alemanes 18 menos. Mientras que los alemanes tienen en promedio 30 días de vacaciones, los franceses tienen 25, los españoles 22, los japoneses 18 y los norteamericanos 12. No todos los países europeos se han apuntado a los recortes: según un estudio de 2002 citado por el Herald, en Gran Bretaña más de la mitad de los empleados trabajan más de las 48 horas semanales fijadas como máximo por la UE.

Peter Gottal, portavoz de Siemens, aseguró que su empresa en encontraba ante la alternativa de exigir a los trabajadores más horas semanales o liquidar 2.000 puestos de trabajo para trasladar a Hungría la producción de teléfonos móviles. La medida se piensa aplicar también en otras cinco fábricas de Siemens en Alemania. En la misma línea, Mercedes-Benz (Daimler Chrysler AG) negocia la prolongación del horario laboral con los 40.000 trabajadores de su fábrica de Sindelfingen. Otros prefieren ahorrarse discusiones, y así Opel anunció el 25 de junio que fabricará el modelo Zafira en su planta de Gliwitce (Polonia), a pesar de que falta trabajo en la de Rüsselsheim (Francfort).

Los sindicatos no se oponen por principio a la negociación, sino que «reconocen que el clima económico es malo», en palabras de Eugen Spitznagel, del Instituto de Investigación del Empleo en Núremberg. Una encuesta del semanario Wirschaftst Woche mostró que la mayoría del público piensa ya que trabajar más horas es una medida que fomenta el empleo: si no su creación, al menos su conservación. Y esto vale también para los burócratas: el Estado de Baviera ha aumentado la semana laboral de 40 a 42 horas para sus funcionarios, y el canciller federal Schröder pretende subir la de todos los funcionarios federales de 38,5 a 40 horas.

En Francia, la semana laboral se rebajó a 35 horas en 2000 para las empresas de 20 o más empleados, con la esperanza de generar más puestos de trabajo. Ahora, el presidente Chirac ha declarado: «Nunca estuve convencido del efecto positivo de la semana de 35 horas. Me parecía que era un freno al desarrollo económico y por tanto también al empleo en general». El ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, ha expresado la misma idea, y el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, declaraba el 30 de junio ante una asamblea de empresarios -sólo unas horas después de la intervención de Sarkozy- que «quienes quieran ganar más deberían poder trabajar más».

Sarkozy piensa que la semana de 35 horas es un «contrasentido económico». Esgrime un argumento tan sencillo como «ofrecer a todos la elección entre seguir con las 35 horas o poder salir de ellas». En un sondeo publicado el 8 de julio por Le Parisien, el 51% de los encuestados apoyaba la propuesta del ministro. La realidad, sin embargo, no es tan sencilla, pues nunca lo ha sido desmontar «privilegios»: sólo el 1,9% de los asalariados franceses trabajan 40 horas o más a la semana, frente a tres cuartos del total que trabajan 35 e incluso un 5,3% que trabaja menos de 35. Al revés que en Alemania, en Francia son con gran diferencia las empresas con más trabajadores las que tienen semanas laborales más relajadas: sólo un 0,7% de los empleados de empresas con menos de 20 trabajadores trabajan menos de 35 horas semanales, frente a un 7,7% en las empresas con más de 500 empleados. Al revés, un 4,9% de los empleados de las primeras empresas trabajan más de 40 horas, frente a sólo un 0,6% en las últimas.

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