Otra apuesta desde PlayStation Talents que apoya el desarrollo nacional. Hemos visto de todo, y Waves Out! viene a sorprendernos con una apuesta singular: un robot que debe meter, a contrarreloj, bolas imantadas por él en unos agujeros, luchando contra un terreno nada amistoso y contra un cronómetro implacable.
Para atraerlas e imantarlas debemos activar la electricidad del robot, pero tiene un límite de tiempo, pasado el cual sufrirá, durante unos segundos, un cortocircuito que lo dejará inútil. Por fortuna, también contaremos con algunos potenciadores que nos ayudarán de diversas formas.
Un total de 13 niveles cada vez más complicados pondrán a prueba nuestros reflejos y pericia. Sobre el papel suena muy bien, y sin duda sería un gran juego, pero pesan demasiadas losas. Para empezar, no hay historia ni nada que nos motive a seguir adelante, salvo el querer superarnos. Tampoco ayuda que el tutorial sea casi incomprensible y se aprenda más jugando con prueba-error en los niveles.
El hecho de que no podamos saltar pegados a los bordes de los desniveles desesperará a muchos, así como que, a veces, haya elementos de la pantalla que nos impidan ver con claridad al personaje. Y algo que no se entiende: hay niveles con una cantidad muy alta de dificultades, pero totalmente desaprovechados, ya que el agujero para meter las bolas está delante de nosotros y no tendremos que movernos.

Por otra parte, para lograr superar el nivel y pasar al siguiente debemos conseguir un número de estrellas, las cuales a su vez se consiguen metiendo un número mínimo de bolas. Pues bien: no se nos informa de cuántas son; solo cuando aparecen nuestros resultados lo sabemos, por lo que al final todo se basa en meterlas a lo loco y esperar que sean suficientes.
Al menos tiene modos de enfrentamiento uno contra uno y de supervivencia, que añaden un poco de duración e interés, pero claramente le falta un modo offline.
A nivel técnico tampoco es precisamente llamativo: es fluido, sí, pero hay una auténtica falta de detalle en todo. Solo se salva la capacidad de mover decenas de bolas de forma independiente. La música, curiosamente, es beatbox, creada por Boris Bringas, Orodreth, un artista famoso en su sector, pero tras los primeros cinco minutos nos cansará mucho. Los textos, por fortuna, están en castellano.
Waves Out! es distinto y, una vez que se logra dominarlo con sus cuestionables límites, entretiene y es divertido, pero necesita parches que solucionen los problemas antes descritos. Una vez resueltos puede ser una estupenda apuesta para un rato agradable, apto además para todos los públicos.